domingo, 23 de junio de 2013

Puede (Concha González Fernández)



Qué típico de ti
dejar con la última palabra
mis labios rotos.

Puede
que el silencio
asido a la fiel costumbre de acallar
los combates de tu parecer
comenzase a pensar por ti
y para ti.


Puede
que escondido
tras su tonada incomprensible
abogue por el derecho
a la comprensión.

Puede
que redundando en su defensa
abogue
por una de esas comprensiones
enmascaradas de sutileza
de melancolía
de adicionadora y esperanzadora tristeza.

Puede que
ahora
la mente permita a tu boca
practicar el duro ejercicio
de la voz despronunciada

porque
puede que ayer
fuesen tus labios los rotos

porque
puede que ayer
fuese por tus labios rotos
por donde se escapó
la palabra.





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