miércoles, 8 de abril de 2015

Para No Tener Miedo (Noemí Vico García)

El día que tus labios se transformaron en una pregunta decidí esconderme en el hueco de tu clavícula para no tener miedo. Porque desde allí no tenía que aguantar el frío que había inundado tus ojos, porque desde allí no podías verme cuando mirabas hacia tu ombligo.
 
Aunque estábamos en mayo, cuando me quise dar cuenta, había nevado dentro del salón de casa y te habías puesto una bufanda muy gruesa con la que no podía respirar cerca de tu cuello. Me pasé noches apuntalando a escondidas todas las puertas y ventanas mientras dormías pero tenía tan poca fuerza que siempre me quedaba algún resquicio por el que entraba un viento que silbaba taladrando mis oídos.
 
Para no tener miedo(de ti) me hice experta en jugar a ser invisible viviendo acurrucada bajo tu cuello. Mis huesos se habían vuelto transparentes para que pudieras mirar a través de ellos y había borrado mis huellas dactilares para no reconocerme.
 
De pequeña me dijeron que los monstruos vivían debajo de mi cama así que para, no tener miedo, yo metí a los míos dentro...
 
 
 
 

Lluvia (Juan Gelman)



hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la
mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/ pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho/
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/